Una gran parte de las personas que acuden a un centro FAST lo hacen motivados por la p\u00e9rdida de peso. Como dicen Johns et al. (2014), \u201cla p\u00e9rdida de peso puede reducir los riesgos para la salud asociados con el sobrepeso y la obesidad\u201d. Pero realmente el m\u00e9todo m\u00e1s efectivo no est\u00e1 del todo claro. \u00bfDieta? \u00bfEjercicio? \u00bfLa combinaci\u00f3n de ambos? \u00bfQu\u00e9 tipo de ejercicio? \u00bfEn qu\u00e9 dosis?<\/p>\n
En este art\u00edculo de divulgaci\u00f3n vamos a exponer los \u00faltimos datos concluyentes de un meta-an\u00e1lisis realizado por el grupo de investigaci\u00f3n \u201cBehaviouralWeight Management ReviewGroup\u201d.<\/p>\n
Este trabajo incluy\u00f3 ensayos cl\u00ednicos en los que se analizaban los efectos de la dieta y el ejercicio de forma individual y combinada. Los datos estad\u00edsticos mostraron que, a corto plazo, la p\u00e9rdida de peso es similar cuando solo se hace dieta o se combina tambi\u00e9n con ejercicio. Sin embargo, a largo plazo, los resultados son mejores si se hacen ejercicio y dieta juntos.<\/p>\n
Pero, a qu\u00e9 nos referimos al hablar de corto y largo plazo\u2026<\/p>\n
Otra cuesti\u00f3n de suma importancia es qu\u00e9 predominancia tendr\u00e1 la dieta y el ejercicio en los programas de p\u00e9rdida de peso:<\/p>\n
Todo esto ser\u00eda lo ideal, pero hay condicionantes que ralentizan la p\u00e9rdida de peso, la estancan y disminuyen la motivaci\u00f3n. Por ejemplo, en mujeres la menopausia representa un punto de inflexi\u00f3n desde el que abordar la p\u00e9rdida de peso con mayor dificultad.<\/p>\n
La menopausia es una transici\u00f3n biol\u00f3gica dividida en varias etapas hasta llegar a la postmenopausia. Este periodo puede venir acompa\u00f1ado de s\u00edntomas vasomotores, cambios en la composici\u00f3n corporal, como aumento de grasa abdominal, con consecuencias a nivel cardiometab\u00f3lico aumentando su riesgo. Las hormonas relacionadas con el gasto energ\u00e9tico y la oxidaci\u00f3n de grasas sufren grandes cambios. Todo esto tiene como resultado problemas asociados a la obesidad abdominal: diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, etc. Es por todo esto que las perspectivas para una p\u00e9rdida de peso efectiva y saludable tienen matices diferentes a la poblaci\u00f3n general (Jull et al, 2014).<\/p>\n
Muchas mujeres en etapa de transici\u00f3n de la menopausia temprana llegan a los centros de entrenamiento y a las consultas diet\u00e9ticas desmotivadas por los cambios y las pocas respuestas de su cuerpo a llevar una dieta equilibrada y hacer vida activa. Conocer y aceptar la realidad fisiol\u00f3gica podr\u00e1 ser una estrategia para comenzar a dar el primer paso hacia el cambio de actitudes. Ya no solo se trata de comer saludable y moverse, sino de apoyarse en profesionales de la educaci\u00f3n f\u00edsica y el deporte y en dietistas-nutricionistas que nos ofrezcan las mejores opciones para evitar esos cambios tan nefastos en la composici\u00f3n corporal que pueden traer consigo diversas enfermedades asociadas.<\/p>\n
Otra cuesti\u00f3n que suele preocupar a las personas que se han esforzado en perder peso durante un tiempo, a corto o largo plazo, es la ganancia del mismo. \u00bfQu\u00e9 mecanismos subyacen tras esto? \u00bfLos esfuerzos valieron la pena?<\/p>\n
Bloiman et al. (2014) lo explican de la siguiente manera:<\/p>\n
\u201cEl gasto energ\u00e9tico var\u00eda en funci\u00f3n de los cambios en el peso corporal. En consecuencia, la fluctuaci\u00f3n del peso puede ser un componente clave en el mantenimiento del peso una vez que se pierde peso. El gasto energ\u00e9tico en reposo (GER) se define como la energ\u00eda necesaria para alimentar las funciones m\u00ednimas diarias de c\u00e9lulas y \u00f3rganos. El gasto energ\u00e9tico total (GET) representa una compilaci\u00f3n de los gastos, incluyendo la tasa metab\u00f3lica basal, la termog\u00e9nesis inducida por la dieta, y el gasto energ\u00e9tico relacionado con la actividad. Mayor peso corporal se asocia con un GET mucho m\u00e1s alto y una mayor ingesta total. La p\u00e9rdida de peso conduce a una disminuci\u00f3n en el GER, que representa aproximadamente el 60% del GET en los seres humanos. A ra\u00edz de la p\u00e9rdida de peso, se cree que se produce una disminuci\u00f3n del GERque lleva, posteriormente, a una nueva ganancia peso, lo que sugiere un c\u00edrculo vicioso de obesidad, seguido de la p\u00e9rdida de peso, seguido de la recuperaci\u00f3n del peso, seguido de la obesidad, y as\u00ed sucesivamente. El concepto de p\u00e9rdida de peso que lleva a una disminuci\u00f3n en el gasto de energ\u00eda se conoce como \u00abla termog\u00e9nesis adaptativa\u00bb y la evidencia sugiere que estos cambios aumentan el hambre, promoviendo as\u00ed la recuperaci\u00f3n de peso. Por lo tanto, una dificultad en el tratamiento de la obesidad puede deberse a las respuestas metab\u00f3licas y fisiol\u00f3gicas que resisten el mantenimiento de la disminuci\u00f3n del peso corporal.\u201d<\/p>\n
\u00bfQu\u00e9 podemos hacer para evitar esa disminuci\u00f3n del gasto energ\u00e9tico?<\/strong><\/p>\n La soluci\u00f3n comienza por aumentar, de alguna forma, ese gasto energ\u00e9tico.<\/p>\n Como se indica en la revisi\u00f3n de Swift et al. (2014), si el gasto de energ\u00eda est\u00e1 por encima de los niveles de consumo en la dieta, el aumento de peso se producir\u00e1. Es por eso que el ejercicio f\u00edsico juega un papel muy importante, ya que incrementa el gasto energ\u00e9tico diario, adem\u00e1s de llevar consigo una adaptaci\u00f3n positiva en el metabolismo basal, que contribuir\u00e1 a mantener el peso, e incluso seguir reduci\u00e9ndolo.<\/p>\n\u00bfPor qu\u00e9 FAST es un buen complemento para la p\u00e9rdida de peso?<\/strong><\/span><\/h2>\n