La EMS como método recuperador
Por Carlota Díez Rico. Colegiada 52838. Educadora Física.
Nos hablan de todos los beneficios de la electroestimulación, pero muchas veces se olvidan que uno de los usos que se le puede dar a esta técnica es el de ayudar a la recuperación.¿Alguna vez se te ha ocurrido que puedes acudir a tu centro F.A.S.T. más cercano a recuperarte de tus duras sesiones de ejercicio o de deporte?
¿Eres de los que los fines de semana lo das todo en la montaña y el lunes estás muerto? ¿Por qué no vas a F.A.S.T. los lunes y haces una sesión regenerativa con nuestros entrenadores?
En 2004 una investigación concluía que “un programa de EMS aplicada después de un ejercicio excéntrico máximo no tiene impacto en la magnitud de los daños musculares iniciales, pero muestra una tendencia a retrasar ligeramente el inicio de los daños musculares, reflejado por la reducción de creatincinasa, probablemente mediante la inducción de una hiperperfusión que lava el músculo de restos celulares, y por lo tanto disminuye la respuesta inflamatoria” (Vanderthommen et al., 2004).
Diez años más tarde se compararon los efectos de una recuperación activa (pedaleo a intensidad muy ligera), pasiva y electroestimulación de baja frecuencia sobre los gemelos. Antes y después de esta recuperación se realizó el Yo-Yo test. En el post test los mejores resultados los obtuvieron al emplear la EMS, seguidos de la recuperación activa, y por último la recuperación pasiva (Bieuzen et al., 2014).
Otros estudios que han investigado diferentes tipos de recuperación tras un esfuerzo de fuerza máxima isométrica (Vanderthommen et al., 2010) o concéntrica (Froyd et al., 2014) no han encontrado diferencias entre recuperación activa, pasiva o con electroestimulación. Sin embargo,Zarrouk et al. (2011) concluyó que la “electromioestimulación fue una herramienta de recuperación efectiva para la disminución de la fatiga neuromuscular después de un entrenamiento de alta intensidad, concretamente compuesto porejercicios concéntricosisocinéticos para los músculos extensores de la rodilla”.
Borne y colaboradores fueron más allá y combinaron la electroestimulación de baja frecuencia con un chaleco frío para la recuperación en deportistas de alto rendimiento de kayak (Borne et al., 2015). Para saber que el efecto fue de la elecrtoestimulaciónse compararon los efectos de un chaleco frío con EMS y otro sin EMS. Los resultados fueron significativamente mejores en la recuperación de los que usaron EMS.
Aunque todavía queda sumar muchas más investigaciones al cuerpo científico de estas pesquisas, todo esto parece indicar que según el tipo de estímulo/entrenamiento se deberá emplear una estrategia u otra de recuperación. Además, se deberá tener en cuenta si posteriormente se necesita rendir o no, ya que en ese caso la recuperación debería tener un componente de activación.
Los programas de F.A.S.T. se pueden adaptar a tus necesidades, por eso, no dudes en ponerte manos de nuestros entrenadores para recuperarte de la fatiga y volver a rendir en tu deporte favorito.
Referencias:
Bieuzen et al. Positive effect of speci?c low-frequency electrical stimulation during short-term recovery on subsequent high-intensity exercise.ApplPhysiolNutrMetab. 2014 Feb;39(2):202-10.
Vanderthommen et al.Does neuromuscular electrical stimulation in?uence muscle recovery after maximal isokinetic exercise?Isokinetics and Exercise Science. 2007; 15,143–149
Vanderthommen et al. Comparison of active and electrostimulated recovery strategies after fatiguing exercise.J SportsSciMed. 2010 Jun; 9(2): 164–169.
Froyd et al. Potentiation and Electrical Stimulus Frequency During Self-Paced Exercise and Recovery.J Hum Kinet. 2014 Oct 10;42:91-101.
Zarrouk et al. Comparison of Recovery Strategies on Maximal Force-Generating Capacity and Electromyographic Activity Level of the Knee Extensor Muscles.J Athl Train. 2011 Jul-Aug; 46(4): 386–394.
Borne et al. Low-frequency electrical stimulation combined with a cooling vest improves recovery of elite kayakers following a simulated 1000-m race in a hot environment. Scand J MedSciSports. 2015 Jun;25Suppl 1:219-28